Buenos Aires, Argentina (1 de Febrero de 2019) — En un congreso realizado en la ciudad de Caracas el día 30 de enero último, que reunió alrededor de 120 personas integrantes del Movimiento Cristianos por la Paz de Venezuela (MCPV), le dio su “respaldo absoluto”, al mandatario Nicolás Maduro. Este “respaldo” fue tomado especialmente por los medios oficialistas venezolanos como un dato que arrogaría la representatividad del pueblo evangélico al mencionado movimiento.
“Presidente: Dios tiene el control de Usted y del país. Más de 17 mil iglesias estamos orando 24 horas para que Venezuela sea bendecida. La bendición que Dios tiene para Venezuela, ningún imperio nos la va a quitar. Ninguna bota extranjera nos va a quitar la bendición (…) Estamos respaldándolo a Usted. Más de ocho millones de evangélicos estamos orando por el país. (…)”, aseguró el pastor interlocutor de quien no trascendió su nombre.
Dos situaciones que hacen suponer que hay una intencionalidad de involucrar a los evangélicos en una contienda política, o al menos de causar una distracción que sirva para ocultar otros fines.
El liderazgo evangélico venezolano no tardó en reaccionar. Durante la jornada del día 31 de enero, diversas autoridades cristianas, representantes de federaciones y confederaciones, se manifestaron a disgusto por las afirmaciones de quienes se proclamaron como “representantes del pueblo evangélico de Venezuela” sin tener en cuenta a estas organizaciones afianzadas en el país. Entre los que se expresaron contra el “absoluto respeto al gobierno de Nicolás Maduro” se puede contar a la Confederación Unión de Iglesias Cristianas de Venezuela (UNICRISTIANA DE VZLA), a la Federación de Iglesias Centro Cristiano para las Naciones (CCN), a la Red Internacional de Ministerios Apostólicos Amigos, capítulo Venezuela (REDIMA Int.), el Consejo de Ministros cristianos del estado de Aragua y al pastor Samuel Olson, presidente del Consejo Evangélico de Venezuela (CEV), institución miembro de la Alianza Evangélica Latina (AEL) y una de las más antiguas del país con alrededor de 50 años de trabajo conjunto y 45 que está conformada oficialmente. Cabe mencionar que Olson posee una larga historia ministerial con reconocimiento no sólo en Venezuela sino en el mundo. Habiendo formado parte de organizaciones internacionales como la Alianza Evangélica Mundial, FIDE (Foro Iberoamericano de Diálogo Evangélico), Religiones por La Paz, el Comité para la Evangelización Mundial, Movimiento de Lausana y haber fundado y pastoreado una de las mega iglesias más destacadas de Venezuela.
Transcribimos el audio del pastor Olson, que circuló en Venezuela y traspasó fronteras.
En el día 30 de Enero se celebró en la ciudad de Caracas, el encuentro de un movimiento de cristianos por la paz, en apoyo a una parcialidad política. En este contexto y en mi condición de presidente del Consejo Evangélico de Venezuela volvemos a declarar que el pueblo evangélico no es políticamente beligerante. Tenemos por principio fundamental la separación de la Iglesia del Estado. Aún cuando, como individuos tenemos la libertad de libre elección y expresión.
En consecuencia no reconocemos la declaraciones de ningún representante religioso, o movimiento religioso, como si fuese la voz del pueblo evangélico en general.
Queremos manifestar nuestra onda preocupación y dolor por las denuncias actuales como los casos de los niños y jóvenes privados de libertad sin ninguna clase de explicación, la alta represión que ocurre a lo largo de la nación, la alta conflictividad política, la insatisfacción de las necesidades básicas de la población más vulnerable. Al ver la realidad de nuestra nación como cristianos que anhelamos vivir en justicia no podemos callar. La crisis nos ha llevado a un estado de desintegración y desigualdad social que está afectando sobre todo a la población infantil.
En palabras de Habacuc, capítulo 1, versículo 4 “…el juicio no sale según la verdad; …, por eso sale torcida…”, sea la política, la economía, los negocios, o la vida social, vemos con alarma el uso diabólico de la mentira, el robo, la corrupción, la opresión, la infidelidad. O sea una falta completa de justicia social. Dios llama a esta nación a vivir en justicia. Y la justicia es vivir en rectitud con Dios. Hecho que nos sigue impulsando a orar y a clamar a Dios, y a obrar por todos con fe, con amor y con la esperanza de una salida congruente a esta delicada y triste situación.
Posponer decisiones sobre el rumbo de nuestro país, sólo hará que se extienda el sufrimiento de sus habitantes en detrimento de su calidad de vida y un futuro incierto para todos los estamentos de nuestra sociedad. La situación se ha vuelto insostenible demandando cambios en el país para el bien de todos. Que la paz y la reconciliación de nuestra patria se dé por las acciones de hombres y mujeres de buena voluntad. Dios y la Historia nos demandarán el ejercicio de la fe, la justicia, y la verdad.
Que Dios bendiga nuestra nación, Venezuela.
Pr. Samuel Olson, presidente del Consejo Evangélico de Venezuela.
En este sentido la Alianza Evangélica Latina (AEL) ve con preocupación, que determinadas personas o grupos se atribuyan la representatividad de la Iglesia Evangélica a nivel nacional, sin especificar ni demostrar quienes son, de donde vienen y quién sustenta sus dichos. Eso no solo quita seriedad a cualquier expresión de pensamiento, sino que produce confusión en los medios y perjuicio a la familia de la fe.
Es imperioso que, en cada nación, aquellos que aboguen como evangélicos expresen quienes son, que en nombre de quién o quiénes lo hacen. Nuestra tradición bíblica es la de llevar un testimonio que hable por sí mismo del Dios de la Historia. No es sano que, en el fragor de manifestar un pensamiento se dé a entender que esa es la voz de la totalidad de la comunidad cristiana evangélica, cuando no se conoce el testimonio que trasciende personas y organizaciones formadas por hombres y mujeres de bien, con buen testimonio, puestos por Dios en lugares de autoridad bíblica.
Llamamos, una vez mas (ver nota aquí), a orar para que el pueblo venezolano se encuentre con la verdad, la paz y la justicia. Que toda barrera de separación entre hermanos sea levantada. Si el pueblo bolivariano busca a Dios de todo corazón, la mentira saldrá a luz y la nación se reconstruirá con hombres y mujeres de buena voluntad. ¡Pedimos a Dios la Paz para Venezuela!
“Procuren la PAZ de la ciudad y rogad por ella a Dios; porque en SU PAZ tendrán Uds. PAZ”
Jeremías 29:7
Alianza Evangélica Latina
Junta Directiva
Febrero 1, 2019