Niños haitianos pidiendo ayuda (Fuente: 24-horas.mx)
El pastor David Occéan Louis, Presidente del Concile Évangélique de la Première Ephèse, ha revelado en una entrevista la profunda crisis que azota a Haití. Un contexto de terror impuesto por bandas criminales, la población se sumerge en una desesperación sin precedentes. Desde el trágico asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, Haití ha carecido de un líder ejecutivo, lo que ha permitido a grupos armados sembrar el caos. Las principales vías están bloqueadas, dificultando el acceso a servicios esenciales como agua, alimentos y atención médica, convirtiendo la vida diaria en un desafío angustiante para los haitianos.
David Occéan ha sido testigo del desabastecimiento de agua y alimentos que afecta a la población, señala que en Haití prácticamente ningún servicio básico funciona adecuadamente. Ante esta situación crítica, muchos haitianos se ven obligados a emigrar en busca de mejores condiciones de vida.
El llamado del pastor a la solidaridad y a la oración es urgente. Invita a todos los cristianos a unirse en intercesión por Haití y, en la medida de lo posible, a brindar apoyo económico. La migración se ha convertido en la única salida para miles de haitianos, quienes enfrentan desafíos como la escasez de alimentos, las barreras idiomáticas en los países receptores, la falta de empleo y oportunidades, y el constante riesgo de deportación.
Actualmente, miles de haitianos están abandonando su país en dirección a naciones vecinas como la República Dominicana y los Estados Unidos. Este éxodo no solo representa un desafío para los países receptores, sino también un testimonio desgarrador de la desesperación y falta de esperanza que prevalecen en la tierra natal de estos migrantes.
En medio de la oscuridad que envuelve a Haití, la oración, la solidaridad y la acción coordinada son fundamentales para brindar esperanza.