Numerosas detenciones arbitrarias se han producido en El Salvador durante los últimos años (Fuente: Shutterstock)
Los últimos años en El Salvador se han caracterizado por una disminución de la actividad delictiva, aunque las medidas del Presidente de turno han sido consideradas como restrictivas por muchos sectores de la población.
Las pandillas como la Mara Salvatrucha o MS-13 y Barrio 18 llegaron a controlar hasta el 90% del territorio salvadoreño, contribuyendo a altos índices de violencia pero esta hegemonía llegó a su fin a partir de la implementación del “Plan Control Territorial” por el gobierno de Nayib Bukele, lo que causó una disminución notable de la cifra de homicidios, alcanzando 154 en el 2023.
Aunque, tanto la iglesia evangélica como católica han manifestado su preocupación por las desapariciones y asesinatos, así como por el régimen de excepción al existir numerosas detenciones arbitrarias.
Principalmente la iglesia evangélica ha hecho una labor de prevención a lo largo de las décadas para evitar que jóvenes sean reclutados por pandillas, además de llevar a cabo programas de reinserción social para ex criminales, lo cual ha sido cuestionado por el gobierno y ha desencadenado incluso en la detención de líderes religiosos sin historial criminal.
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