COMUNICADO DE LA ALIANZA EVANGÉLICA DE PERÚ (UNICEP)

En el drama: Una iglesia constructora de Paz

Y es que no hay nada más violento que este virus que infecta y quita vidas y sueños en tan poco tiempo. Hasta el miércoles 22 de abril, en el Perú se reportaron 19.250 infectados, 530 fallecidos y 7.027 recuperados. La sensación del peligro es intensa y si se suma a un proceso de cuarentena que te obliga a no salir, casi te enjaula en pensamientos para no tener mucha esperanza.

En este contexto el número de llamadas a una central dispuesta por el gobierno para efectos de poder atender a todas las personas que desean ser atendidas para un descarte del virus o solicitar una atención médica en domicilio, pusieron en jaque la capacidad operativa de atención. Y es allí donde gracias a la convocatoria de UNICEP con las denominaciones más importantes del país, cerca de 400 miembros de iglesias vinculados con el sector salud han dispuesto su tiempo para atender la angustia de aproximadamente 80,000 llamadas diarias. Y están en espera 900 registrados más.

Este pequeño ejercito fue creciendo y ahora se suman también psicólogos cristianos a la tarea de brindar soporte emocional, como una opción más de la línea.

Nuestras iglesias evangélicas están en permanente oración por el proceso, que según las proyecciones llegará a miles de hogares más, y una importante cantidad de sus jóvenes han optado por actuar y ponerse como la voz de Dios para atacar la angustia y la ansiedad.

Bienaventurados los constructores de Paz. Es el compromiso de construir la paz del otro a pesar de las circunstancias. Es el SHALOM de Dios, palabra hebrea que lleva al equilibrio interno que brinda el Espíritu de Dios. Por ello estos jóvenes cristianos se han puesto como el consuelo de Dios en medio del dolor.

Pero la historia se completa cuando el propio ministro de salud pidió a las iglesias que se formará una línea de consejeros espirituales que tomaran contacto con personas que hayan perdido familiares directos por la infección. En medio de la crisis, el propio Estado reconoce la necesidad de tener a la iglesia evangélica apoyando el desborde emocional, sin límite alguno de poder predicar la Palabra.

Seguimos en la lucha como todas las iglesias del globo, pero no dudamos que estamos actuando en el centro de su Voluntad.

Dirección de asuntos de GobiernoUNICEP

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