Murió un grande de las misiones latinas

MoisesyVicky

México (28 de agosto de 2018) — Moisés López, fundador de la Cooperación Misionera de México (COMIMEX) y uno de los principales impulsores de COMIBAM (Cooperación Misionera Iberoamericana), falleció el pasado 13 de agosto en un accidente automovilístico ocurrido en la Ciudad de México. En el vehículo que conducía Moisés viajaban también su esposa Vicky, quien también falleció y un nieto, quien sobrevivió con lesiones graves. Este hombre de Dios se fue a la tierra celestial dejando un invaluable legado de compromiso misionero.

Nació en ciudad de México en 1946, dejó 3 hijas y 8 nietos. Decidió que los últimos años los dedicaría a sus hijas y nietos. Anteriormente, sirvió con fidelidad en la obra del Señor por más de 30 años. Fue pastor, evangelista, misionero, movilizador, plantador de iglesias, iniciador y promotor del programa Alcance una Etnia. En 2017, en el marco del IV Congreso Misionero Iberoamericano, COMIBAM Internacional le otorgó el reconocimiento de “Embajador” por su testimonio y liderazgo dedicado al ministerio a favor de la comunidad misionera iberoamericana.

Comprendió la urgente necesidad de llevar el evangelio a las personas que viven en poblaciones donde no hay nadie que sea cristiano. Lugares donde no hay quien pueda compartir en su mismo idioma, el que hablan los lugareños, el mensaje del Evangelio. La presencia de la Palabra de Dios en México fue percibida por Moisés López como suficiente para que ese país ya no sea sólo receptáculo sino que “ahora debemos vernos a nosotros mismos como elemento de bendición para todas las familias de la tierra”, como escribió él mismo en cierta ocasión.

La muerte de Moisés y Vicky López es una baja importante para el movimiento misionero mexicano y para toda la comunidad misionera iberoamericana y mundial. Su legado seguirán a sus acciones pasadas y, sin duda, repercutirán en mayor compromiso.

“Su partida terrena es una gran pérdida, pero él ganó la corona que Cristo le tenía preparada. No tengo dudas de la fiesta que hay en el cielo por este gran hombre que dio su vida por las misiones y la evangelización. Su ejemplo de vida, su compromiso y la visión de reino que compartió trasciende a la muerte. Vaya mi sincero afecto a sus hijos porque en un sólo momento perdieron a sus padres”, señaló el pastor Rubén Proietti, presidente de la Alianza Latina Evangélica.

 

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