Este 30 de octubre, la Mesa Ampliada de Entidades Evangélicas de Chile – UNE Chile, miembro pleno de la AEL, conmemoró el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes en una ceremonia celebrada en el Palacio de La Moneda en Santiago. Este año se cumplen 16 años desde la promulgación de la Ley 20299, aprobada durante el gobierno de la ex presidenta Michelle Bachelet.
El evento contó con la presencia del Presidente de la República, Gabriel Boric, junto a ministros, diputados, obispos y pastores. El Obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada y Alto Representante Protocolar de las Iglesias Protestantes, destacó la importancia de la dignidad humana y la libertad religiosa en su discurso, haciendo referencia a Hebreos 11 y a las persecuciones que han sufrido los cristianos a lo largo de la historia.
Presidente de la UNE Chile, miembro pleno de AEL, Obispo Emiliano Soto, durante su discurso.
El Obispo Soto subrayó que “la dignidad humana es un valor que se deriva de la creación del hombre a imagen y semejanza del creador” y enfatizó el derecho a la libertad de pensamiento y conciencia, independientemente de la condición social.
El Presidente Soto hizo un llamado a todos los chilenos a valorar el privilegio de vivir en un país libre y a buscar un trato igualitario para todos los ciudadanos. La celebración incluyó un emotivo momento musical a cargo del coro de la Iglesia Pentecostal de San Bernardo.
Presidente de la República, Gabriel Boric, durante su discurso.
El presidente Boric, conmovido, expresó su gratitud por el aporte de las iglesias, especialmente en áreas donde las instituciones no llegan, señalando que su labor ayuda a reducir la influencia de la delincuencia y el narcotráfico. “Los gobernantes están para servir en Chile y no servirse de Chile”, afirmó, instando a desterrar la desconfianza para permitir que la esperanza renazca.
Finalmente, el presidente hizo un llamado a cuidar la democracia, recuperar la convivencia y fomentar la no discriminación entre los diferentes cultos, para construir un Chile en donde prevalezca el respeto y la igualdad.