La Alianza de Iglesias Evangélicas de Cuba, miembro pleno de la Alianza Evangélica Latina (AEL), manifestó su rechazo hacia la invasión a Israel perpetrada por la organización terrorista Hamás.
A continuación, se la revelamos de forma completa la carta de la alianza:
Declaración conjunta de iglesias evangélicas cubanas en torno al actual conflicto Hamás-Israel.
Las iglesias evangélicas cubanas abajo firmantes se unen en un mismo sentir para expresar nuestra posición ante el penoso conflicto que se está desarrollando en el Medio Oriente. Los horrores de la guerra y las imágenes dantescas que transmiten los medios de comunicación han generado una justa conmoción en la población mundial, incluyendo a nuestro país. No ignoramos las opiniones divididas que esta contienda ha suscitado, así como las manipulaciones mediáticas y noticias falsas que inundan las redes, provocando confusión y marcadas polarizaciones. Ante este complejo escenario, entendemos que es nuestro deber declarar con transparencia nuestra postura como cristianos evangélicos, intentando interpretar los tiempos a la luz de la Palabra de Dios.
1. Lamentamos la ola de sufrimiento que esta beligerancia histórica ha desatado, particularmente la pérdida de vidas valiosas en ambos lados del diferendo, muchas de ellas civiles inocentes, como sucede ineludiblemente en los enfrentamientos armados.
2. Condenamos el ataque terrorista de Hamás el pasado 7 de octubre, que inició esta escalada de violencia en la región. Es injustificable el asesinato intencional a civiles en el festival de música en el desierto, los actos de crueldad innombrables a personas pacíficas en sus hogares y el secuestro de rehenes, incluyendo niños pequeños y ancianos. Calificar este suceso como una “operación militar” y, peor aun, implicar que la barbarie de ese día fue perpetrada por el propio Israel, sobrepasa los límites de la racionalidad y el sentido más elemental de justicia.
3. Al Estado de Israel le asiste el derecho de existir como nación y de defenderse ante los ataques de aquellos que se han juramentado para exterminarlo. Por tal razón, rechazamos la consigna: “Desde el río (Jordán) hasta el mar (Mediterráneo), Palestina será libre”. De la misma manera, representar toda la región con la bandera de Palestina, implica una irresponsable incitación al genocidio. Este es el desafío que el Estado de Israel ha tenido que afrontar desde su resurgimiento nacional en el año 1948 (por acuerdo de las Naciones Unidas), cuando países árabes vecinos (Egipto, Siria, Jordania, Iraq y Líbano) los atacaron con el fin de aniquilarlos. Con anterioridad, el pueblo judío había padecido indeciblemente en su prolongada diáspora, tanto en Europa, como en países árabes. El epítome de ese sufrimiento se verificó en el infame Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, donde los nazis exterminaron a seis millones de judíos. En ese momento, el mundo fue plenamente consciente de que aquel pueblo resiliente necesitaba un hogar nacional en el que pudiera vivir en paz y practicar su fe con libertad. No se puede obviar que Israel es el único estado judío en el mundo, o donde los judíos son mayoritarios, a diferencia de los varios países islámicos (o de mayoría musulmana) que existen.
4. Con la convicción de que “¡nunca más!” serán sometidos a genocidios, maltratos y vejaciones, la respuesta de Israel a la más reciente agresión ha sido contundente, con el propósito explícito de desmilitarizar la Franja de Gaza. Máxime cuando uno de los líderes principales de Hamás declaró en una entrevista televisada que ataques como el del fatídico 7 de octubre los repetirían una y otra vez hasta que hayan cumplido su objetivo de exterminar a Israel. Lamentablemente, esta reacción ha provocado cuantiosos daños colaterales, entre ellos un elevado número de mujeres, niños y ancianos, lo cual lacera toda sensibilidad humana. Algunos culpan exclusivamente a Israel por tal derramamiento de sangre; pero esta terrible tragedia demanda un análisis más profundo, que sugeriría varias interrogantes: ¿Acaso Hamás esperaba que Israel iba a responder de otra manera? ¿Será que la muerte de tantos inocentes propios les conviene para su agenda política y seguir manipulando la opinión internacional como han logrado con tanta efectividad? ¿Cómo es posible que exista en Gaza un sofisticado sistema de túneles para uso de los “militantes” de Hamás y no hayan construido refugios antiaéreos para proteger a la población vulnerable? ¿Por qué ubican centros militares, almacenes de armamento y estaciones de lanzamiento de misiles hacia Israel cerca y debajo de escuelas, hospitales y mezquitas? ¿Cómo pueden utilizar cobardemente a niños, ancianos, mujeres y civiles en general como escudos humanos, al mismo tiempo que los principales líderes de la organización se encuentran en lugares seguros, a miles de kilómetros del conflicto bélico, disfrutando de cuentas millonarias que supuestamente deberían beneficiar a la población palestina?
5. Israel posee el poderío militar necesario para arrasar completamente y de forma simultánea no solo a toda la población de Gaza, sino también a la de Cisjordania. No obstante, en su lucha contra Hamás están sacrificando a sus soldados en operaciones terrestres con el propósito de limitar las muertes indiscriminadas de civiles. Por la misma razón, han alertado con tiempo suficiente a los habitantes del norte de Gaza para que evacuen la zona, trasladándose al sur, y así poder desarticular las capacidades militares y administrativas de Hamás, sin perjuicio de la integridad física de civiles. Sin embargo, todo parece indicar que Hamás no les permitía dicho movimiento, pues fue solo cuando las Fuerzas de Defensa de Israel ocuparon el lugar que numerosas personas pudieron desplazarse hacia zonas más seguras.
6. Es importante tener en cuenta que la confrontación bélica actual podría terminar ipso facto si los responsables de la masacre del 7 de octubre se entregan a Israel para ser juzgados y liberan de manera inmediata e incondicional a todos los rehenes. ¿Estarían dispuestos a inmolarse los líderes de Hamás, por amor a sus niños? Entonces, ¿quién inició el estado de beligerancia y quién lo mantiene?
7. Israel no solamente tiene derecho de existir y de habitar la región que fue su territorio históricamente, por más de mil años, hasta que fueron expulsados como nación por el imperio romano, sino de acceder al lugar más sagrado de su religión: el Monte del Templo, también conocido como la Explanada de las Mezquitas. De la misma manera, los musulmanes no deberían ser privados de adorar en el lugar que consideran como tercer sitio más sagrado de su fe, después de la Meca y Medina. Jerusalén fue establecida como la capital de Israel por el rey David, más de 1600 años antes de que surgiera el islam y el Templo fuera construido por su hijo Salomón. Como mínimo, ambas religiones deberían ejercer el mismo derecho de practicar su fe libremente.
8. Jesús nos persuade a ser pacificadores (Mt.5:8) y la Escritura nos exhorta a orar por la paz de Jerusalén (Sal.122:6). Al hacerlo, deseamos el mayor bienestar posible tanto para los judíos como para los árabes que han habitado esta candente zona a lo largo de los años. Somos conscientes de que el rencor y la venganza no serán la solución a este conflicto, sino el perdón y la reconciliación. Los niños palestinos, como los israelíes, merecen crecer con paz, seguridad y dignidad; pero esto constituirá meramente una utopía si desde la más temprana infancia se les inculca el odio visceral hacia sus vecinos, ponderado e idealizando acciones suicidas y terroristas. Innegablemente, la nación judía no es perfecta y también necesita seguir perfeccionando su proyección en pro de la justicia perdurable, empatizando con el dolor de sus adversarios. Todos somos convocados a promover la paz, la integridad y la dignidad de ambos pueblos.
9. Para frustración perpetua de algunos, los descendientes de Jacob permanecerán hasta el fin de los tiempos. Bendecimos a Israel y deseamos que su bendición también llegue también a otros, incluso al pueblo palestino. Entendemos que en el llamado y propósito de esa nación hay una bienaventuranza implícita para el resto de las naciones. De la misma manera, recordamos la promesa y advertencia lapidarias del Señor al darle origen a este pueblo por medio del patriarca Abraham: “Bendeciré a los que te bendijeren y a los que te maldijeren, maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gn.12:3).
10. El mundo ha recibido de parte de Israel sus dos bienes más preciados: Nuestro Señor Jesucristo y La Biblia. Es nuestra oración que el Príncipe de Paz, que nació en Belén de Judá hace más de dos mil años, sane las innumerables heridas físicas, emocionales y espirituales que lastiman a ambos pueblos. Él es la única esperanza genuina para judíos, palestinos y toda la humanidad. Bendecimos a Israel y deseamos que su bendición también llegue a otros, incluso al pueblo palestino. Entendemos que en el llamado y propósito de esa nación hay una bienaventuranza implícita para el resto de las naciones.
Rev. Moises de Prada
Super Intendente General Asamblea Dios en Cuba (AD)
Dr. Bárbaro Abel Marrero
Presidente Asociación Convención Bautista Cuba Occidental (ACBCOcc)
Rev. Aramis Rdguez Coutin
Presidente Convención Bautista Cuba Oriental (CBCOr)
Rev. David Moreno
Presidente de la Biblia Abierta
Obispo Genni A. Pupo
Presidente Iglesia Dios de la Profecía
Rev. Adonis Gato
Obispo Iglesia Santidad Pentecostal
Rev. Rafael E. Millares
Vice Super Intendente Nacional Primera Pentecostal de Cuba
Obispo Joel Padrón
Secretario General Iglesia de Dios del Evangelio Completo
Rev. Eliseo Navarro Jordan
Presidente Iglesia Cristiana Pentecostal
Rev. Luis A. Hdez Bermude
Obispo y Presidente Hermanos en Cristo
Ptor. Daniel Perez Naranjo
Coordinador Nacional Iglesia
Bautista Reformada de Cuba Misión Bareana (IBRC)
Dr. Enoel Gutierre
Obispo Iglesia Metodista Independiente
Rev. Gabriel Frometa
Super Intendente Iglesia Metodista Libre
Dr. Manuel Robles Valdez
Obispo Iglesia Evangélica y Misionera Poder y Luz Cuba
Pr. Luis Torne
Presidente Alianza Misionera Cristocentro Internacional
Fuentes de imágenes: El País y Fanpage de Asambleas de Dios de Cuba.